Con la llegada del buen tiempo y con el horizonte puesto en los primeros “calores” de la primavera despierta también una de las temibles plagas que durante el invierno ha dormido en sus bolsas de seda cual hamaca en nuestros pinos.
Thaumetopoea pityocampa
Comúnmente conocida como la procesionaria del pino, su larva u oruga presenta cinco desarrollos que corresponden a cuatro mudas siendo en el quinto donde alcanzará su mayor longitud que va de los 30 a los 40 mm. Su nombre vulgar de procesionaria se debe a que las orugas permanecen, durante las horas centrales del día dentro del bolsón entrando en actividad con la puesta del sol, iniciando una marcha ordenada en busca de comida. De igual manera, al final del quinto desarrollo, comienza su procesión en busca de los lugares de enterramiento donde pasará la fase de pupa o crisálida.
Plaga más peligrosa con el cambio climático
Si durante el siglo pasado la procesionaria estaba más acotada a los bosques y zonas altas de montaña, con los cambios de temperatura y la menor duración del frío invernal ahora se hacen comunes en cualquier pino de nuestros alrededores.
Debilitando la flora
El daño de la procesionaria en los árboles es visible, presentando defoliaciones que lo debilitan pero que no suelen llegar a matarlo, sin embargo, si el ataque es intenso, su debilitamiento favorece el ataque de hongos e insectos perforadores que aumentan su deterioro y que pueden llegar a causarle su muerte.
Cuidado con los niños
Si por algo ha tenido mayor repercusión en los últimos años esta plaga es porque se considera muy peligrosa para los niños. Al bajar de los pinos y en su camino por carreteras, urbanizaciones, parques o incluso en los jardines y terrazas de los hogares, los menores pueden tener la tentación de jugar con ellas.
Las mascotas del hogar tampoco se salvan
Tanto para los menores como para perros y gatos, los pequeños pelos que rodean el cuerpo de la procesionaria donde ocultan su veneno pueden producirles reacciones alérgicas que en ciertos casos pueden ser extremadamente graves para su salud.
Si en humanos la reacción puede consistir en urticaria, las consecuencias en los animales domésticos pueden ser mucho más graves. Al tragar esos pelos junto a su toxina uno de los cuadros es la necrosis en garganta y lengua. Si no se trata rápidamente pueden fallecer.
Prevenir con productos ecológicos
El respeto con el medioambiente y la utilización de productos contra esta plaga supone una evolución en los medios que en la actualidad contamos. Evolución que permite encontrar soluciones que no aporten contaminación o esencias nocivas y sí un remedio eficaz y sostenible.
El aceite de neem es un insecticida natural extraído de las semillas de los frutos del árbol de neem y que no solo es utilizado para luchar contra la procesionaria sino también contra, prácticamente, cualquier insecto que ataque nuestro jardín o huerto. Es completamente inocuo e inofensivo para personas, aves o mamíferos.
Una de las grandes novedades de este año es el collar anti orugas procesionarias que actúa de manera mecánica capturando a las orugas cuando descienden por el tronco. Su protección es total tanto para personas como animales al no necesitar manipulación alguna.
Por último y como solución que fomenta el cuidado y respeto de la fauna, las cajas de nido para murciélagos. Estos animales son muy beneficiosos para el ser humano por la gran cantidad de insectos que ingieren a diario. Además es también un gran depredador de algunas especies de mariposas nocturnas como la carpocapsa muy dañina y de la procesionaria.
Webgrafía
https://www.hoy.es/sociedad/201503/16/llega-procesionaria-peligrosa-para-20150316173042.html
http://www.agroambient.gva.es/es/web/medio-natural/thaumetopoea-pityocampa
Pablo Gómez Rodríguez 