Al final todo se resume en: «Emocionar«…podremos hablar de teorías, estudios, estadísticas, algoritmos o de cualquier variable que identifique al consumidor…pero solo existe un parámetro para conseguir movilizar las acciones racionales hacia el impulso consumista…emocionar.
Podrá sonar frío o distante pero así se percibe desde un ordenador o tablet…lo cálido es el impulso de «me gusta, es adorable, debo comprarlo«.
Por eso debemos humanizar lo inhumano y vincular al individuo con una marca para su éxito, es decir:
“Si me emocionas…te lo compro”
Fabuloso anuncio…una canción…un viaje de una pareja…el hogar…tu hogar…Leroy Merlín.